Estas vacaciones, entre cerveza y bañito, estuve hablando con dos amigas y hermanas gemelas entre ellas de 33 años de edad.
Filosofando sobre el futuro que nos espera les pregunté que si estaban haciendo algún esfuerzo económico para estar tranquilas al respecto.
Alicia, que lleva trabajando desde los 22 años, me contaba que a los 23 años empezó un plan de ahorro en el que se apartaba 200 € todos los meses. Desgraciadamente hacía poco que había dejado de aportar por circunstancias familiares.
Sin embargo Leticia, su hermana, hacía a penas un mes que había empezado a aportar 200 € al mes por la preocupación que tenía de cara a su futuro.
Hasta aquí perfecto.
Pongámonos en el supuesto que Leticia aporta hasta los 67 años todos los meses religiosamente.
Alicia, no aportará nunca más. No obstante, el dinero que creó durante 10 años no lo rescatará, lo dejará invertido en el plan de ahorro que con 23 años empezó.
Además, ambas invierten el dinero en un plan con rendimiento del 10%, que incluye 4% de inflación anual.
En la piscina éramos unos cuantos. Os puedo asegurar que por mayoría aplastante todos estaban seguros que Leticia tendría más dinero cuando llegara a los 67, ya que habría aportado 200 €/mes durante 34 años. Sin embargo, Alicia a pesar de no tocar el dinero sólo aportaría 10 años.
Os voy a mostrar el resultado gráficamente.
Sorprendente, ¿verdad?
Ni trampa ni cartón. Coge tu calculadora y ve haciendo números según la fotografía.
Gracias a la magia del interés compuesto, Alicia tendrá casi 2 veces el ahorro de su hermana habiendo aportado una cuarta parte.
Alicia me invitará a una cerveza cuando tenga los 67, lo firmamos en una servilleta antes de despedirnos.
Respecto a la viabilidad y la confianza que tengas en el sistema público de pensiones en España no voy a dedicarle tiempo hoy, me da para otra entrada del blog. Así que, otro día debatimos ese tema.
Empieza YA, me lo agradecerás.
Saludos